Bienvenidos.

Escribir es para mí como estar en dos sitios al mismo tiempo, vivir apasionantes aventuras, convertirse en ese personaje que uno desea, romper con la realidad y sobre todo una sabiduría infinita.

La afición mía por escribir surgió desde muy temprana edad. Lo hacía para reflexionar con migo mismo, para tranquilizar mi alma, para hacer verso libre ó convertirla en canción.

Fue estando en el Servicio Militar donde comencé a escribir mis primeros relatos cortos. Necesitaba hacer algo en las horas muertas que el ejército no disponía de mí, quería apaciguar durante un tiempo los recuerdos de mi familia, la novia, los amigos, y el hogar. Estando tan lejos no había nada mejor que imaginar y entretenerse. Solía escribir en una de las oficinas del cuartel, e una de las viejas máquinas de escribir que habían sido aporreadas por soldados, que aprovechando la facultad y algún título, era destinado al papeleo de las oficinas, con la idea de evitar así, destinos más desagradables.

Mi primer relato fue de Ciencia Ficción, pues en aquella época leía mucho a Isaac Asimov y a otros del mismo género. Siempre me llamo más la atención la ciencia, siendo testigo del fuerte impacto que tenía en la sociedad, que buscaba el futuro de un hombre moderno y en el que yo siempre he sido optimista.

Luego vendrían más relatos, llegando a presentar algunos en el concurso de mi localidad. Olvidándonos del tema del compadreo, siempre he pensado que en los concursos literarios, siempre se miraría con lupa la trayectoria profesional de algunos participantes y como consecuencia, dar el premio al mejor, siempre y cuando se lo haya currado.

Esto me valió para darme cuenta que: Primero escribo porque me gusta y segundo que tenía mucho que aprender. En conclusión, que hay una diferencia notable entre un escritor con el titulo de periodismo y uno que es autodidacta. Con estas reflexiones comencé a repasar gramática y todo aquello que me ayudara para escribir mejor. Necesita aumentar mi autoestima y he leído libros que me han ayudado mucho, como: “Mientras escribo de Stephen King”, “Cómo escribir un betseller de Albert Zuckerman”, “Taller de Escritura de Salvat Editores S.A.”

Los que también me ayudan muchos son algunos amigos que con el tiempo se han convertidos en mis críticos más exigentes, donde gracias a ellos he aprendido mucho de mis errores y siempre están ahí para ayudarme, a ellos un gran saludo.

Con el tiempo uno va descubriendo nuevos autores de diferente géneros y estilos, ya sea de novela romántica, de aventuras, misterio, intrigas, terror. Todo un mundo que nos hace aprender siempre algo, sacando siempre tajada de la pasión por la lectura. Pero todos al final contamos con nuestros gustos y preferencias, y en mi caso hay algunos géneros que me llaman menos la atención que otros, y no lo digo por desprecio, más bien por satisfacción.

Después llega la idea de escribir tu primera novela, piensas que otros han conseguido ese sueño y tú sientes ese deseo de intentarlo, y entonces comienza a encenderse tu emisora cerebral por si captas alguna idea al vuelo. Cuando crees tenerla, comienza el proceso de selección, definiendo un buen argumento que empieza a fluir comenzando el trabajo. Después de un periodo de tiempo te das cuenta de que ocurre algo. Como otras primeras veces se queda en el tintero, o mejor dicho en el cajón de los recuerdos, con la ilusión de que tal vez algún día pueda convertirse en algo con vida propia.

La causa de estos males son muchas y diversas como: Que la trama se le vaya a uno de las manos, que el tiempo oxide los personajes, que encuentres un bloqueo de escritor y falta de información, o cualquier otro motivo que podría describirse en este texto. Pero no hay que asustarse, no es la primera vez ni la última que nos puede ocurrir esto, y en mi caso siempre surge de mi interior, la necesidad inexplicable de seguir escribiendo y creo que esa necesidad siempre vivirá con migo, por eso he decidido hacer un blog donde poner mis palabras, mis reflexiones, mis relatos y tal vez algún día mis libros.

Que así sea!

sábado, 16 de enero de 2010

El Símbolo Perdido. (Dan Brown).

Una buena novela de intriga (thriller) donde la acción es frenética desde el primer momento y donde la acción trascurre en no menos de doce horas en Washington. La trama de la novela es compleja y su gran documentación hace de ella una ficción muy realista y creíble. Me encanta pensar que el hombre siempre ha intentado evocar el pensamiento de Dios o la mente del creador, transmitiendo así una conexión entre el ser humano como un ser superior y Dios como creador. La creencia de que existen unos antiguos Misterios que nos llevarían a la perfección humana, revela que los conocimientos que la humanidad ha experimentado durante mucho tiempo han estado siempre al alcance de muy pocos, y que bajo mi punto de vista la masonería es un tema bastante serio en el que sus integrantes buscan una perfección tanto personal como espiritual.
Tal vez algún día la humanidad se acerque a la comprensión de un mundo que no vemos pero que si existe.

No dejen de leer la Novela.

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